Me aventuré a Ir a un Bar de Playa Durante la Pandemia y Esto Es lo Que Sucedió

La reapertura conlleva nuevos desafíos para nuestra salud mental y trae un nuevo conjunto de temores

Después de un buen día en la playa respetando el distanciamiento social y reduciendo el riesgo de contraer el virus al mínimo con todo tipo de precauciones, un par de amigos y yo decidimos parar a tomar algo en un bar antes de regresar a casa. Encontramos un agradable bar al aire libre con vista al mar donde tenían una cabina para bebidas y otra para comida, y donde las mesas estaban dispersas en la terraza con suficiente distancia entre ellas. Llegamos con nuestras máscaras, y tan pronto como entramos en el bar, la mayoría de los ojos estaban en nuestros rostros. Todos nos miraban como si estuviéramos desnudos en una reunión familiar, o mejor aún, como si fuéramos los únicos vestidos en una playa nudista. De hecho, éramos los únicos que llevaban máscara y sentimos la desaprobación de todos los que estaban alrededor. La forma en que nos miraban parecía tener la intención de hacernos sentir culpables, cómo si estuviéramos haciendo algo mal. Fue un momento difícil. Vi a mis amigos debatir entre quitarse la máscara, irse, o quedarse con la máscara puesta. Decidimos quedarnos, sin máscaras, razonando que estábamos respetando el distanciamiento…